Es casi seguro que no existe peor modelo de televisión pública que el autonómico. Y probablemente no habrá posibilidad de cambio hasta que se reduzca drásticamente la posibilidad de endeudamiento de las autonomías. De todas maneras, la directora de TVE sugiere que haya reformas. José Aguilar: “Sería más fácil si las televisiones regionales se hubieran atenido, desde su nacimiento, a los criterios de servicio público que figuran en el frontispicio de todas las leyes que las crearon, pero de todas. No se ha atenido estrictamente ninguna. En todas hay, en distintas dosis, programas basura, rellenos banales y parrillas intrascendentes. Todos sus gestores, en distintas dosis, están prisioneros de las mismas exigencias que los gestores de las televisiones privadas: la audiencia manda, y se sabe cuál es el nivel de la audiencia en este país nuestro.” Nadie oirá a Caffarel.