Mario Trinidad: “Unos con espanto y otros con entusiasmo, los europeos hemos conmemorado estas semanas el aniversario del asalto a la prisión de la Bastilla, el acontecimiento que ha acabado por simbolizar la Revolución Francesa de 1789.Y aunque sólo sea para entretenernos con un ejercicio mental compatible con la canícula que estamos padeciendo ¿se han parado Vds. a pensar en la cantidad de palabras del léxico político revolucionario que empiezan por la letra R? Ahí van unas cuantas: revuelta, rebelión, resistencia, ruptura (del orden establecido)...
En verdad, si no fuera porque existen otros usos de la R mucho más tranquilizadores, como reacción, represión, resignación o rey (y sus derivados, reino, reina, reinado…) más de uno estaría tentado de pedir a los académicos, o a la autoridad lingüística que corresponda, la eliminación de la temible letra para ver si así se esfumaban también de la mente de los hombres sus horribles criaturas (obsérvese la maligna multiplicación de las erres).” La temible letra R.