Miguel Esplugues Yerbes: “Pero las inversiones improductivas no son un asunto exclusivo de la empresa privada. Decisiones gubernamentales, facilitan que una sociedad puede embarcarse a través del uso de recursos financieros, obtenidos de impuestos pagados por los ciudadanos, en inversiones de este tipo; en la Valencia actual, no son extrañas las inversiones improductivas. Desde las primeras administraciones democráticas, la sociedad valenciana a invertido mal, es decir, improductivamente, importantes recursos financieros en obras faraónicas, que de haber sido utilizados de otra forma, hubieran mejorado sensiblemente la calidad de vida y el bienestar de los ciudadano, mediante mejores servicios públicos (caso del Metro), atención a discapacitados, tercera edad, sanidad…” Gastos irresponsables en política.