Eduard Punset, Del dogmatismo a la comprensión pública de la ciencia: “La división no es entre civilizaciones sino entre reformistas y autoritarios. [...]
La mayor parte del sufrimiento infligido a los humanos ha sido y es la consecuencia de actitudes mentales dogmáticas en la búsqueda de soluciones. Es poco creíble que la culpa de casi todo la tengan las multinacionales o el poder económico. Algunas de las respuestas más inteligentes en este blog pecan, no obstante, de este prejuicio.
Es paradójico que hayamos tardado tanto tiempo—desde los primeros intentos de la Ilustración en el siglo XVII—en constatar el inmenso potencial apaciguador y solucionador de conflictos del método científico, que es un proceso, más que un método. Por los motivos que expongo a continuación, la comprensión pública de la ciencia se ha convertido en el único baluarte contra la sinrazón y violencia de los actos dimanantes del pensamiento dogmático.”
2006-07-20 14:04
Si Israel tiene un par de muertos propios, ocasiona 200 muertos y 2.000 desplazados ajenos. Está más que comprobado.
Así pues, creo que planteamientos como éste, “detener a Israel”, no llevan a nada. Y que convendría ir un poquito más allá. Exigir a Israel que pague los daños ocasionados. Que se vaya acostumbrando a la lógica y a la ley civil.
Que están demasiado acostumbrados a lo contrario, a vivir del cuento nazi. Cuento cierto, pero caduco. Ahora que los papeles están inversos y los nazis son ellos, pues bien: paguen muerte con indemnización, paguen puente que derriben, vivienda que derriben, aeropuerto que destruyan, daño y perjuicio que ocasionen. Y hágase a sus genocidas gobernantes un juicio como el de Nuremberg, por ejemplo allá en Tel Aviv y con todas sus consecuencias. ¿No quieren ser un país como los demás? Pues eso.
2006-07-22 15:38
Positivo, inteligente, verdadero y optimista el planteamiento de D. Eduardo.
Pero quien crea que llevar a la práctica ese planteamiento también es gratuito, se equivoca.
Las sociedades opulentas occidentales están en un proceso de autocomplacencia y de decadencia imaginativa espectacular, consentido y propiciado por los poderes políticos y económicos del planeta.
Su avance culturalmente hablando, es un movimiento uniformemente decelerado y existe aún, en parte por pura inercia de tiempos mejores.
El hombre es un lobo para el hombre.
Los reductos organizados de poderes omnímodos, son la tiranía para las masas de hombres, abierta o soterradamente como en el momento actual.
El fallo de la puesta en práctica del pensamiento de D. Eduardo está, en que no es posible la comprensión social del método científico mientras esos poderes no “permitan” y fomenten el acceso de la gran masa social a la educación de calidad.
Más bien parece que las intenciones soterradas de esos poderes en la actualidad van en sentido contrario.
Lástima.
Demos al hombre el conocimiento y el raciocinio, será libre y comprenderá.
La condición es necesaria, empezando por el propio hombre científico.
Ni siquiera la ciencia experimental es hoy libre, está dirigida absolutamente por el poder.
La ciencia pura tal vez y ahí está la esperanza.