“No se trata de perder, lo que a cualquiera le sucede, sino de perder en una forma que llamaría programada
en el sentido en que lo estaba el codo del príncipe idiota, tan perceptible desde el vamos sobre los rostros de los perdedores que su derrota no causa la menor sorpresa”. Alicia Dujovne Ortiz analiza la derrota francesa y argentina como si de un fatalismo clásico se tratase haciendo coincidir los espíritus depresivos de ambas naciones.
La aureola negra. Bonito artículo.