Si ayer a usted le han quitado ¿4? puntos de su carnet de conducir por no guardar la distancia de seguridad e impactar con el coche de delante, no le eche la culpa a su mogigato conductor, que frenó brutalmente al ver que 200 metros más adelante una paloma picoteaba el asfalto: ha de buscar las causas más atrás, mucho más atrás: no ya en la hija adolescente del conductor, que le llamó por teléfono para que fuese a buscarla a casa de su amigo pues había perdido el bus e hizo que su padre, que normalmente a esas horas ve el telediario, cogiese el coche, sino en los padres del susodicho fitipaldi, que le inculcaron una prudencia extrema baja la capa de la superprotección, o incluso a su bisabuelo, que en maldita la hora que se echó hacia atrás demasiado tarde, con lo mal que le venía a él tener un crío estando sin trabajo. Al menos eso es lo que opina Salvador con su teoría de las Causas remotas.