”[...] el jueves tenemos la primera huelga general de la nueva economía. Y uno se pregunta retóricamente si los sindicatos se han percibido de que en el mundo virtual los piquetes informativos no tienen cabida. No se puede ‘informar’ a nadie si él no se deja, y si no se le puede ubicar espacialmente, las acciones informativas se vuelven inútiles. ¿Cómo se legislan servicios mínimos en un portal bancario o un medio de comunicación digital? ¿Cómo se mide el impacto de la huelga si cualquiera puede teletrabajar desde casa, el coche o el patio de alguna universidad?”.
Próspero Morán se alarma por la progresiva y poco sigilosa suspensión de libertades en una Europa que cambia tanto que sus sindicatos son incapaces de prever el impacto de la red en una huelga general. Improvisando.