Javier Castañeda: “Las marcas son como una sutil –y a veces no tan sutil- fina epidermis que parece recubrir casi cualquiera de nuestros gestos. La competencia es tan brutal que, al igual que ocurre con otras facetas de la vida actual, hay que invertir un esfuerzo enorme para realizar una carrera que, en caso de ser ganada, en absoluto asegura avanzar ni un solo paso, sino que tan sólo servirá –en el caso de que el producto ganador sea elegido por los consumidores- para mantener el liderazgo y siempre por un plazo limitado. Si no estás en la retina del consumidor global: no existes como producto. Y si no existes como producto, tardarás poco en desaparecer como empresa. Es la absurda carrera de las marcas globales reconocibles en todo el planeta, compitiendo para no dejar de serlo. Absurdo que cala en una fisonomía planetaria que lucha por conservar su identidad, pero que gracias a todos y cada uno de nosotros, acaba forjando paisajes clonados. Se corre no para avanzar, sino para mantenerse.” Enmarcados.