Suscribo todas y cada una de las palabras de Otis B. Drifwood sobre Zidane el jugador más elegante de la historia del fútbol, el menos de la historia documentada gráficamente: “Por eso creo que Zidane sí debe retirarse, pero creo además que lo va a hacer sin dudarlo. Ya tiene allanado el camino para despedirse con fanfarrias y seguro que no quiere terminar arrastrándose penosamente por el césped como hizo, por ejemplo, Maradona. El patetismo y la compasión no van con este atípico francés que, al menos con su selección nacional, siempre ha tenido muy claro cuál es el terreno que quiere pisar. El del camino que le lleva, irremediablemente, a la categoría de mito.”