Manuel Lozano Leyva compara las ventajas e inconvenientes de las distintas fuentes de energía y se decanta claramente por la nuclear, y observa: “El problema de verdad de las nucleares es el siguiente. Si el número de reactores en funcionamiento en el mundo pasa de 500 a 5000, el uranio se encarecería entreviéndose su rápido agotamiento, la probabilidad de accidentes aumentaría y el control de los residuos radiactivos exigiría mucho más que unas decenas de parejas de guardias civiles. ¿Cuál es la solución? Fundamentalmente consumir menos y estabilizar el número de habitantes del planeta. Y después, investigar infinidad de vías nucleares de producción de energía eléctrica que la demagogia ha frenado. Por ejemplo, el uso del torio, que produce menos residuos y es muchísimo más abundante que el uranio; por ejemplo, las centrales criadero, que generan más combustible del que consumen, pero que presentan unos problemas muy graves aunque solubles que no se estudian desde hace décadas; por ejemplo, la fusión nuclear, cuyo combustible es inagotable y apenas genera residuos…” Un futuro nuclear