Curioso, la globalización aplicada al mercado del vino, o como defenderse de la competencia mundial: Gonzalo Sáenz de Samaniego, Vinos europeos, lo local en la era de la globalización: “La defensa de estos modelos productivos locales, no implica, lógicamente, cerrar los ojos a la realidad globalizadora de los mercados o permanecer inmutables ante los comportamientos cada vez más agresivos de la competencia externa a Europa. Tanto el conocimiento tradicional transmitido de generación en generación como la habilidad en el cultivo de la viña, las dos marcas distintivas de muchos productores del Viejo Mundo, son atributos necesarios y ejemplares, pero no suficientes para sobrevivir. Dominar la formación de alianzas con expertos en marketing de calidad y distribuidores es también esencial, como lo es investigar y desarrollar nuevos mercados.
Pero dicho esto,¿cómo posibilitar el transformar las amenazas de la globalización del vino en oportunidades para estos modelos? Muy sencillo, manteniéndose e impulsando el modelo que se ha demostrado como válido. O dicho de forma coloquial, aguantando el tirón. Es decir, hay que preservar como sea las señas de identidad que hacen de un Bordeaux, un Bordeaux, de un Borgoña, un Borgoña, y de un Rioja, un Rioja.”