Terminó en un fracaso la cumbre mundial contra el hambre. “Tenía que ser la cumbre de la acción y, como estaba previsto, fue la asamblea de las palabras”. Demasiada retórica sobre la supuesta lucha contra el hambre y la desnutrición mientras 72 mil famélicos morían en el mundo; pero no todo fue baladí, ya que algunos compromisos sí se escucharon, como la segunda intentona de conseguir llegar a la meta ya asumida en la “Década del desarrollo”, el famoso 0,7% del Producto Interior Bruto Nacional; y no se diga que “Los grandes líderes mundiales hicieron ostentación de su indiferencia y hasta hostilidad a las deliberaciones de Roma”, porque en realidad se mostraron preocupados “Para todos nosotros se inicia una carrera contra el tiempo”. Y, ya se vio, a qué tiempo se referían algunos:
Time is Gol!