Un relato de efb, El estupor: “El pedernal en que me convierto de día lo deshace con ternura de noche, robándome el peso que preciso para alcanzar de una vez el silencio oscuro del fondo, habla y habla para mí, lanza cabos de voz melodiosa, recuerda buques salvados de otros inviernos, besa mis ojos nublados por la espuma ácida que se encrespa. Se desnuda, erótica, invocando mis deseos predadores, gotea antídotos cuando con más afán doy cuenta de los venenos, se enamora como una adolescente de la consistencia mineral de mi alma, dice ‘es plata’, obligándome a desmentirlo. Dice terciopelo, rubí, obligándome a decir sangre que escapa. Dice mañana, yo nunca. Dice todo, yo nada.”