Sombras nada más es una amplia semblanza biográfico-literaria de Edgar Allan Poe hecha por Mauro Libertella: “En 1845 la publicación de “El cuervo” empezó a corroer las fronteras de los Estados Unidos y a esparcir tímidamente el apellido Poe del otro lado del océano. Su fama se acrecentó también en su país, pero Poe perdía cada vez más el control de su vida. De a poco, pero ya sin vuelta atrás, iría vislumbrándose el final. Su último período sólo ha podido reconstruirse a través de esquivas cartas. En aquellas epístolas se expresaba con frases definitivas: “debo morir”, escribía. Varios médicos le habían advertido que un poco más de alcohol lo mataría. Sus últimos días son borrosos y los documentos, escasos. Cortázar lo relata así: «Un médico y conocido de Poe recibió un mensaje presurosamente escrito a lápiz, informándolo de que un caballero más bien mal vestido necesitaba su ayuda. (...) Eran días de elecciones, y los partidos políticos en pugna hacían votar repetidas veces a los pobres diablos, a quienes emborrachaban para llevar de un comicio a otro. Sin que exista prueba concreta, lo más probable es que Poe fuera utilizado como votante».”