Colom está en Buenos Aires con
La Internacional Melancólica, representando en locales varios y con éxito y parabienes. Nosotros, ustedes y yo, tenemos la lamentable desgracia de no poder verlos, pero al menos nos quedan las hilarantes, dadaístas e inteligentes crónicas que van publicando en su web, como
Estrepitoso éxito de la IM en Buenos Aires que narra el estruendo y la aclamación a su llegada, o las
Nuevas aventuras de la IM en el hemisferio sur, un relato costumbrista del día a día: “La vida aquí es extraña: estamos en una ciudad enorme cuyo transporte público funciona irónicamente. Caminar de casa al teatro me lleva 45 minutos, pero tomar el autobús (o colectivo, en la jerga nativa) implica un viaje de una hora, bastante más incómodo, además.
Anoche, por fin conocí a la única persona vegetariana de todo el país. Nos prometió una cena cuando nos tiramos a sus pies llorando y gritando que queríamos comer verduras, que la carne está muy buena y la pasta es excelente, pero que nuestro mediterráneo aparato digestivo exigía verde, fibra… todas esas cosas que ayudan a tirar la piedra y esconder la mano.”
También una serie de series de fotos de las actuaciones, las
primeras y las
segundas.