Umberto Eco cree que se ha puesto de moda la filosofía de tocador, la que surge como frase en las conversaciones de cafetería como argumento de autoridad sin saber nada en realidad del filosofo en cuestión, la filosofía como máscara. Y propone que la gente aproveche el fenómeno para leer de verdad a los filósofos, y para ello expone una guía de lectura esencial: “Ahora les hago una propuesta provocadora: visto que Kant es, por definición, demasiado exigente, salgamos a su encuentro allá donde, para redondear el sueldo, daba clases a los estudiantes sobre argumentos en los que no estaba especializado, y se demostraba gracioso, extravagante, capaz de contar anécdotas y de expresar opiniones incluso paradójicas. Leamos, pues, su Antropología en sentido pragmático. El título puede dar miedo, pero el texto es de alta gacetilla.
El siglo XIX es una mala bestia: son todos librotes difíciles, pero sólo nosotros, los italianos, no consideramos el Zibaldone de pensamientos, de Leopardi, una obra de alta filosofía. Recientemente, en Francia, lo han recuperado con inmenso respeto. También ahí adoptamos un espíritu antológico: una paginita o dos antes de acostarnos.” Ah, quién tuviera tiempo… La filosofía en el tocador.
2006-05-28 11:39
Lectores amables,
Ya recuperado de mi larga enfermedad, me reúno de nuevo con ustedes para comentar brevemente un lapsus impropio del otrora especialista en el pensamiento medieval Umberto Eco. Y digo otrora pues me indigna la liviandad con que quien ha sido guía y luz de quienes hemos dejado dioptrías y neuronas en la infancia de nuestra cultura despacha tal período histórico, y no es capaz de recomendar, para superar una filosofía de tocador, más que un texto de alcoba. Casto, pero de alcoba.
Atiendan el consejo que sólo en interés de sus conocimientos y no en la demostración de los mios les doy: no pasen al renacimiento sin haber leído la quaestio quodlibetalis V,2,3 “Utrum Deus possit virginem reparare”, en donde Tomás de Aquino se pregunta si Dios puede hacer que algo que ha sucedido no haya sucedido jamás, y en donde, por tanto, expulsa del templo de la ciencia a los mercaderes esotéricos, y sienta las bases para el desarrollo científico y tecnológico que perpite que ustedes, lectores amables, y yo, nos comuniquemos hoy.
Irene bien, gracias.
Un saludo.
2006-05-28 12:13
Hola
Yo soy muy dado al pensamiento pseudofilosófico de primera hornada, y de primer error, estoy de acuerdo con Ecco, pero también con Kant. No solo los argumentos de personas conocidas nos han de hacer pensar, sino, y mucho mas al revés.
El pensamiento nos ha de hacer ir buscando personas que pensaron, discutieron, escribieron y, por tanto, llegaron a conclusiones que nos pueden ser útiles.
la utlidad de la filosofía es esa, la de ayudar a pensar lo que nace en la propia concepción de uno mismo.
Por eso estoy y no estoy a favor de Ecco.
2006-05-28 12:46
Gran alegría me da leerte, amigo Segarra.
Y una duda: ese texto de Aquino, ¿mejor leerlo en el latín original, no?
Es una ironía maligna, claro… pero es que sin ser en absoluto experto en filosofía creo que Eco busca recomendar textos más o menos accesibles y provechosos, y dudo, sólo dudo, de que un lego en el tema pueda con Aquino.
Saludos.
2006-05-28 15:43
No más que a mí volver, querido Marcos.
Gran razón llevas en el comentario, pero más en el idioma que en la accesibilidad de su contenido, y ya que el Jordán atraviesa Galilea, ¿no le interesará a alguna editorial de gran tirada las disquisiciones virginales del aquinate a quien hubo que hacerle una mesa de estudio a medida en que cupiera su gran panza? Es que duerme una en mi ordenador desde hace unos añitos…