José María Romera, Viajeros: “Pero esa figura de viajero romántico, de aventurero curioso, sólo está en la fantasía. El explorador de hoy se hospeda en alojamientos de cinco estrellas y ve los noticiarios de la BBC. Si Marco Polo emprendiera ahora una de sus expediciones por Asia, llevaría un ordenador portátil conectado vía satélite con la redacción de varios periódicos que recogerían sus crónicas al instante, pero no sólo eso: organizaría el viaje de modo que no tuviera que hacer frente a eventualidades engorrosas, exactamente igual que el turista que suscribe un seguro de asistencia sanitaria antes de embarcar en su crucero por las islas griegas. No hay viajeros y turistas, sino buenos y malos viajeros o turistas. Los malos son los que recorren miles de kilómetros para fotografiarse delante de su coche. Los buenos husmean, preguntan, observan y viven la experiencia de cambiar de lugar.”