El humor es constructivo y destructivo a la vez. Pero sobre todo el humor es un corrosivo que tiende a disolver estructuras de poder. Emili Piera: “Como a los frailes de El nombre de la rosa que morían en el intento, no me interesa ninguna religión que sea incompatible con la risa. Por eso me cae bien el Dalai Lama, que se carcajea a gusto con los descarrilamientos del sentido. Aunque preferencias todos tenemos alguna y hablar de ellas es casi tan impúdico como referir las propias erecciones. O sea que lo digo por Mahmud Abu Tir, diputado palestino e ideólogo de los fundamentalistas de Hamas que se ha enfadado mucho porque en el guiñol de la tele israelí lo han sacado de vegetariano. El chiste es digno de la espléndida tradición judía y muy justo tratándose de alguien que no condena los atentados suicidas.” La risa, primero.