¿Qué pasará cuando empiecen a morir soldados españoles en Afganistán? Todo apunta a que las cosas allí no harán más que empeorar: se encendió una hoguera absurdamente y nunca se apagó, y parace que las llamas no hacen más que extenderse. Quizás asistamos a la paradoja de que Rajoy prometa retirar a las tropas de allí si accede al Gobierno. Alberto Piris analiza la delicada situación del país: “Los talibanes han amenazado con una continuada ofensiva que hará que el año 2006 sea «el año de la derrota final del enemigo» en Afganistán, según advierten en sus comunicados de propaganda. Pero también refuerzan su influencia en el vecino Pakistán. En la citada región de Waziristán, los talibanes dictan las normas de vida: prohibición de música y cine, ataques a las peluquerías, imposición de los códigos islámicos más estrictos. Un general pakistaní admitía hace pocos días que en esos territorios, tradicionalmente llamados «tribales» pues en ellos el poder se ejercía por los jefes de cada tribu, son las fuerzas islámicas radicales las que empiezan a suplantarles.” El bumerán afgano.