Sobre Jean-françois Revel, filósofo fallecido hace unos días, Gerardo Ancarola: “En su carrera como ensayista, publicó más de treinta libros, todos ellos escritos en un francés bien articulado y de gran fuerza dialéctica. Esas obras comenzaron con un título incitador: Filósofos, ¿para qué? ( 1957). En ese libro, Revel considera que ante los problemas y los peligros del mundo actual la verdadera misión del pensador es reflexionar sobre la realidad tal como es, dejando de lado las mentiras orquestadas y buscando la verdad como el camino más seguro para la libertad, sin la cual la cultura es sólo un disfraz que esconde todas las perversiones.
Esas ideas provocativas y polémicas las vuelca más adelante en títulos inolvidables, como La tentación totalitaria (1976), donde denuncia la naturaleza despótica del comunismo, la inescrupulosidad de los marxistas para obtener sus objetivos, la manipulación de la cultura y la permanente falsificación de la historia, y El Estado megalómano (1981), donde le advierte al socialismo que es ingenuo al pretender manejar el stalinismo. También habla del peligro del dirigismo cultural, que emparienta a los gobiernos que lo practican con los sistemas absolutistas, y del error de las nacionalizaciones de las empresas privadas, que atenta contra el auténtico desarrollo económico, que sólo florece en las sociedades abiertas.
Años después, publica otros dos deslumbrantes ensayos: en El conocimiento inútil (1988) plantea el dramático problema de un tiempo histórico signado por las comunicaciones y el conocimiento y por el explosivo aumento de las informaciones, pero donde muchos dirigentes políticos y no pocos intelectuales muestran, hipócritamente, una ceguera voluntaria.” El coraje del intelectual independiente.