José María Pérez Gay: “Cuando los historiadores de la década de 2060 estudien y describan la modernidad del siglo XX lo harán, sin duda, desde la perspectiva de la subversión erótica-sexual en Viena a fines del siglo XIX y principios del XX. “Eros, constructor de ciudades y anárquica Afrodita” —como escribió el poeta W. G. Auden en su elegía a la muerte de Freud— han marcado la crisis y la utopía de nuestro pasado siglo XX. En la Viena finisecular, la capital del imperio austrohúngaro, bajo la hegemonía de los Habsburgo, antes y entre las guerras, cada momento de la nueva sexualidad y del nuevo erotismo cristalizaba y labraba dos rostros: por un lado, una expresión abstracta, filosófica; por el otro, una expresión estética. Ambos rostros cambiaban entre sí.” Sigmund Freud en Viena.