Primero…: “Más adelante, narradores americanos: Harper Lee, Auster, Steinbeck… Luego mil cosas más de aquí, de allí, narrativa contemporánea, latinoamericanos, ingleses, Zweig, Calvino, una temporada de Galeano a muerte, otra de Chomsky, un periodo oscuro de Proudhom, Malatesta e incluso Kropotkin, Stirner, Armand, también algo de Marx (con los grundrisse, me atreví, loco de mí), todo García Calvo, luego algunos “negristas”, deleuzianos, situacionistas, luego narrativa otra vez, Vonnegut, Brautigan, Cheever, Lem, P.I. Taibo II, Chandler, Pennac, Saki, y la biblioteca a punto de estallar, siempre en precario, siempre necesitada de nuevos estantes. Las últimas adquisiciones, en horizontal sobre los volúmenes ordenados. Entremedio, miles de revistas, miles de cómics, miles de fanzines. Cielo santo, qué placer. Leer no se acaba nunca.”