Horacio Piñeiro, Lo que puede la literatura: una experiencia de lectura con menores privadas de libertad: “La apertura de un espacio de democratización lectora, en el sentido de rescatar aquellas opiniones que por lo general son descalificadas en el ámbito escolar por personales, intuitivas, no canónicas o sencillamente consideradas erróneas, equivalió a aventurarse en territorios controvertidos pero interesantes. Este tipo de lecturas «heréticas» (y no tanto porque, en realidad ¿cuál es su límite perfectamente definido?) aparecieron como una forma extrema de apropiación; no en la equidistancia entre texto y lector, sino como un avance urgente de este último (con su consiguiente saber sobre el mundo organizado en torno a una experiencia personal lindante con la marginalidad) sobre el sentido del texto.” [Ref.: Con valor]