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El tenedor

Quim Monzó: “Y entonces, mientras aún están de pie y se quitan las chaquetas, sin querer una de las mujeres golpea con una manga su tenedor y éste cae al suelo, sin que se oiga apenas ruido, porque, a pesar de que hay poca gente en el comedor, el hilo musical lo cubre todo, y además se oyen voces que llegan de la cocina. La caída del tenedor ha pasado desapercibida para los otros tres. El otro matrimonio está ahora vuelto hacia la pared, contemplando un cuadro, y el marido de la mujer que ha tirado el tenedor al suelo está concentrado en la lectura del diario deportivo.
De modo que, con un gesto rápido, la mujer se agacha y recoge el tenedor. Pero, en vez de situarlo en un lado de la mesa para que el camarero se lo cambie por otro limpio, toma el tenedor de su marido, lo coloca en el lugar donde estaba el tenedor de ella y el que ha recogido del suelo lo coloca a la izquierda del plato de él, ocupando el lugar donde estaba el que ella se ha apropiado. Entonces se sienta. A continuación se sienta su marido mientras da por concluida la lectura del diario y lo dobla.” El tenedor.

Roger Colom | 28/04/2006 | Artículos | Crítica social

Comentarios

  1. David Álvarez
    2006-04-28 16:55

    Grande Monzó


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