Curiosamente, gracias a los nacionalismos podemos asegurar que España es una e indivisible merced a un rasgo que conglomera y ata a todos y cada uno de sus ciudadanos y regiones (o nacionalidades, o realidades nacionales o, como propongo, naciorealidades): la estulticia. Luis Ignacio Parada, Pornografía política del voto nulo: “Lo más lamentable en este vodevil es que un partido como el PSC, que no ha protagonizado la reforma del Estatuto, va a pedir entusiásticamente el sí; un partido como el PSOE, que lo ha pactado con CiU, que es la oposición al Gobierno catalán, en el que no todos los simpatizantes catalanes lo van a aprobar; un partido como el PP, unido al de una parte de la sociedad no ideologizada pero de tendencia conservadora, que va a votar no, y un extraño conglomerado de electores no nacionalistas ni federalistas que pueden decir no o abstenerse. Y, claro está, los votantes de ERC, que burlados por la esquizofrenia de sus dirigentes, por el pasteleo de CiU y el PSOE y por el tancredismo de Maragall, van a tener que poner en la papeleta cualquier tontería para que sea considerada nula. Un acto de pornografía política sin precedentes.”