Recientemente apareció en todas partes la noticia de la creación de un pollo sin plumas.  Por lo que he oído, el rechazo a este neo-pollo no viene porque se haya manipulado su genética, sino de su fealdad.  Nadie quiere comer pollo feo.  Sin embargo, según Augusto Zamora, el pollo feo somos nosotros, o nuestro equivalente, el humano sin sesos: 
Pollo sin plumas.