Eduard Punset escribe sobre el espíritu emprendedor en España… en realidad escribe, como no podía ser de otro modo, de las carencias de ese ánimo: “¿Qué hacer? Sólo hay dos alternativas: 1.- Cambiar las prácticas sociales para que sintonicen con el carácter de nuestros universitarios. 2.- Cambiar su carácter y sistema de valores; es más eficiente y barato.
Se empieza a hablar de la necesidad de enseñar valores referidos al carácter emprendedor, principios morales y comportamiento ciudadano. Está bien. Pero todo lo que se haga por ahí «que debe hacerse» siempre levantará sospechas de doctrinarismo. En una fase anterior y a nivel científico deberíamos centrarnos en la competencia emocional; es decir, en la gestión de las emociones básicas y universales como el miedo o el desprecio o la empatía, sobre las que nadie ha dicho nada a los niños todavía.
Mi propuesta sería dedicar la mitad del tiempo dedicado a chismorreo «igual que los chimpancés, los homínidos le dedicamos el treinta por ciento de nuestro tiempo» a la competencia emocional y la comprensión pública de la ciencia.” Espíritu emprendedor.