Silvia Senz Bueno, ¡ELE! Uzea, ejpañó pa lo’tranjero. («Opá, yo vi jazé un negozio»): “Leo una más de las últimamente ya abundantes noticias sobre las nuevas vetas de explotación de la lengua (¿española, castellana…?), descubiertas por el fino olfato de algunos empresarios y dirigentes políticos españoles (con la connivencia académica). Ya se sabe que una sabia combinación de panhispanismo y de patrimonialización del español «genuino» (en las dosis convenientes para cada ocasión) abre muchos mercados e infinitas posibilidades de explotación; amén de asegurar la pervivencia de una institución, la RAE, centrada ahora en ese nuevo papel de mediador diplomático-empresarial entre Europa y América con su moderno lema «Unidad en la diversidad» (que ya lo de limpiar, fijar y dar esplendor quedó para Mr. Propper, mucho más eficaz en estas lides, ande va a parar).”