Juan Francisco Martín Seco: “Hoy, algunos se empeñan en reescribir la Historia y nos cuentan esa milonga de que el golpe de Estado lo dio la izquierda en 1934. Se confunde revolución con golpe de Estado. La primera es desde abajo; el segundo, desde arriba. Una cosa es que parte del proletariado, en una clara situación de indigencia y privado de casi todos sus derechos, desconfiase de los regímenes parlamentarios, cuando hasta entonces todos ellos habían sido una farsa, y se inclinase por la violencia como único método de transformación social; y otra muy distinta, que una clase privilegiada, valiéndose de su situación de preeminencia, movilizase al ejército en contra de la propia nación a la que debía defender. La revolución del 34 fue un acontecimiento limitado a parte de la izquierda y únicamente a dos regiones, Cataluña y Asturias, donde el anarquismo estaba muy extendido. Estaba condenada al fracaso, como así fue. Carece de todo sentido responsabilizar de ello a la República, en todo caso habría que hacerlo a un gobierno que pretendía desmantelar las escasas reformas que hasta entonces se habían realizado. La revolución no constituyó ningún peligro serio para el sistema establecido. De cualquier modo, la sublevación militar no se hizo para defender a la República de las hordas revolucionarias, sino para derribarla e instaurar un régimen despótico y sanguinario, y encerrar a la sociedad española durante cuarenta años en el oscurantismo.” ¡Viva la República!.