”¿Pero, de qué islam están hablando? No es el islam de los textos, de la edad de oro árabe ni de millones de humildes creyentes que asisten estupefactos a una de las desviaciones más trágicas de la historia, no; hablan del islam de quienes colocan bombas y degüellan niños, del islam de los charlatanes, de los que se comportan como destinatarios de una revelación que les hubiera mandado que “purificasen” el planeta.” Tahar Ben Jelloun:
La hora del miedo. Un artículo más apasionado que lógico contra las nuevas leyes de extranjería en Europa, que intenta defender a los musulmanes que han tenido que emigrar para sobrevivir. Y hay que hacer algo, es verdad, aunque Ben Jelloun no dice qué. Del islam de la discriminación contra las mujeres, de la religión ultraconservadora, lapidaria, no dice nada. Tampoco dice nada de los millones de europeos que han muerto a manos de la religión cristiana o emigrado en busca de la libertad o de la supervivencia. Los latinoamericanos, los asiáticos y los hindúes en Norteamérica y Europa llevan tiempo aportando nuevas ideas y formas a su nueva sociedad y son fuerzas motrices en todos los campos. Yo diría que los musulmanes tienen que empezar a hablar de lo que aportan a Europa. Con decir que la discriminación es mala (y sólo lo es en Europa y no en sus países) no se ayudan a sí mismos, y a los que queremos ayudarlos tampoco.