“Cuando llega Pedro de Mendoza, en 1536, llega en el último estado de la sífilis. Hay un relato inaugural de la Argentina, escrito por el alemán Ulrich Schmidel, que cuenta la hambruna de los soldados, instalados en un páramo muy diferente al trópico, donde abundaban las opciones de alimento. Obligados a racionar la comida, una noche algunos soldados matan a uno de los caballos que habían traído y, descubiertos, Mendoza los manda ahorcar. No sólo eso, ordena que los sangren y con la sangre de esos soldados se aplica cataplasmas en las llagas de la sífilis mientras los demás devoran los cadáveres. Quiere decir que Buenos Aires conoce, ya en su fundación, su primer acto de canibalismo.” De una entrevista con el novelista argentino,
Tomás Eloy Martínez.