Fogwill es uno de varios escritores argentinos que de repente se pusieron de moda en España, hace tres o cuatro años. La moda no acabó de cuajar, pero por lo menos se edita aquí a varios de ellos. Hoy aparece en Clarín una entrevista de Martín Kohan a Fogwill: “— ¿Seguirías pensando tu literatura o estás pensando lo que escribís en esa relación ideológica con el presente de la política argentina?
—Mirá lo que es la vejez. Estoy terminando una novela hace tiempo, y la paro siempre por razones de poesía, ¿no?, y no me acuerdo nada. Es una novela posmoderna. Está anclada en una realidad rara, está más anclada en la realidad de los desarrollos inmobiliarios. Es una historia en las Termas de Flores. Como el barrio de Flores adquiere mucho significado en el mundo, como La Boca y San Telmo, un señor que tiene tierras en Ezeiza, encuentra agua caliente, salada, que existe ahí abajo, a cuatrocientos metros de profundidad, dice que metió una bomba de cuatro mil metros de profundidad, y hace unas termas. Hace La Salada, pero de súper elite. Hace un spa, y le pone el nombre de Flores, como el barrio de Flores, donde nació Aira.” Fogwill, en pose de combate.