Luis Amezaga reflexiona sobre los conceptos de verdad científica y religiosa y de relatividad cultural, y busca un término medio interesante: “No todas las culturas son igualmente estimables, no todas las ideas son igualmente respetables. Y el hecho subjetivo de la vivencia ética y espiritual no es excusa para negar unos valores universales acerca de lo que es mejor o peor. Los seres humanos no sólo están configurados por su cultura social de tribu. Y en un mundo globalizado la ignorancia y el aislamiento ya no son una razón convinciente en la mayoría de los casos. La idea no es juzgar a las diferentes culturas con afán censurador, pero sí valorativo. Ya lo digo, no creo en las señas de identidad basadas en la «cultura de mi pueblo», en las costumbres, o en las tradiciones supersticiosas heredadas. Sí creo en la esencia de la verdad perteneciente al ser universalmente válida, el valer para todos los individuos racionales capaces de aprehenderla.” Ni Relativismos, ni Verdades a Ciegas.