En baloncesto un alley-oop es cuando alquien lanza la pelota para que quede justo encima del aro y alquien más vuele y haga un mate espectacular. Zaplana la puso el otro día en el Congreso y la vicepresidenta hizo el mate. Fernando González Urbaneja: “Lo ocurrido ayer en el Congreso por culpa de Zaplana tiene mucho de aviso a navegantes. Una gran tarde para Teresa Fernández de la Vega y una catástrofe para Zaplana. Las diputadas populares se apresuran ahora a intentar desactivar el incidente, calificarlo de artificio, de fuegos artificiales, “de show”, dijo Ana Pastor con lealtad desmesurada, ya que su rostro cuando su portavoz patinaba era un poema. Los daños a Zaplana pueden perseguirle mucho tiempo, se va a acordar de los disfraces. El abandono de los bancos tiene efectos visuales, un plante a un diputado por un comentario equivocado y erróneo, que deja fotos e imágenes. Pero lo más hiriente para el popular fueron las palabras de la vicepresidenta: “ignorancia, maledicencia y machismo”, la primera “inexcusable”, la segunda “intolerable” y el tercero “detestable”. ¡Toma del frasco! Ni Rubalcaba había propinado a ningún adversario semejante tanda de sopapos.” El arte del insulto.