José Miguel Oviedo, En la muerte de Jorge Eduardo Eielson: “A pesar de eso, no muchos están familiarizados con su obra porque Eielson es un caso muy singular y paradójico. Entre los poetas hispanoamericanos del siglo XX, puede considerársele como uno de los más prolíficos, pero su obra ha tenido una difusión tan reducida que apenas si supera un nivel marginal, por lo menos hasta años recientes. Aunque el autor ha pasado la mayor parte de su vida en Europa (París, Roma, Ginebra, Cerdeña, Milán) y fue siempre un modelo del espíritu moderno y cosmopolita, permaneció fiel a las formas míticas de origen precolombino que constituyen el verdadero horizonte de su imaginación. Asimismo, es muy sigificativo que, siendo el heredero más cabal e innovador del legado «histórico» de la vanguardia por su indeclinable voluntad experimentadora, lo haya hecho a su modo y por cuenta propia, sin afiliarse —salvo al principio y muy ocasionalmente— a ningún grupo o movimiento. A través de las metaformosis de su producción, mantuvo la misma radical disidencia estética frente a todo.”