Juan Francisco Martín Seco: “Ni medios ni fines, simplemente un chapucero. No, Bush no ha sido un verdadero Maquiavelo. No sólo porque haya fallado estrepitosamente en alcanzar los fines prefijados, a pesar de no dudar en emplear todos los medios, aun los más censurables, sino porque carece de la sutileza y la finura de los príncipes del Renacimiento. Es más bien un patán texano que no ha podido engañar a nadie, salvo a los que querían ser engañados. Su prepotencia, su actitud insultante de autosuficiencia y desprecio hacia el resto de las potencias occidentales, menoscabando sus opiniones y creyendo que podría imponer unilateralmente al mundo sus planteamientos, le han colocado en una encrucijada de difícil salida y han empeorado de forma sustancial el equilibrio estratégico internacional. Sólo el enorme déficit democrático que sufre EEUU —a pesar de considerarse equivocadamente una democracia modelo— puede explicar que a un personaje tan siniestro y chabacano le haya sido factible ascender al puesto número uno de la primera potencia mundial.” El fracaso de Bush.