Xavier Sala: “Justo cuando creíamos que el mundo estaba cada vez más globalizado, justo cuando creíamos que éramos un mercado único, justo cuando creíamos que el capital y el trabajo podían circular libremente por la UE, justo cuando creíamos que las fronteras europeas habían desaparecido… justo entonces, renacen el nacionalismo económico y el proteccionismo. ¡Pobre Europa! Digo pobre porque esto demuestra que los europeos no nos acabamos de creer eso de la unión. Mientras las cosas van bien, todo el mundo es solidario. Pero a la que van mal dadas, los gobiernos se olvidan del proyecto común y sólo se preocupan de la industria nacional (léase los lobbies nacionales) olvidando que, si somos europeos de verdad, ¿qué más da que el propietario de la empresa sea francés, alemán o español? ¿Creen que a los americanos les importa si el amo de la fábrica de coches es de Boston o de Detroit?” ¡Competencia!.