La Real Academia Española de la Lengua (RAE) es una Institución Pública que pagamos entre todos los españoles y que, además y redundantemente, se ocupa de un asunto de interés nacional: ¿cómo es posible que los frutos del trabajo de los académicos, pagados por todos nosotros y que trabajan para nosotros, se conviertan en productos comerciales de acceso restringido? El Diccionario de la RAE y cualquier otro surgido de esa Institución (El reciente Panhispánico, por ejemplo) tiene que ser no sólo de acceso gratuito a todos los españoles a través de la red, sino de distribución pública y gratuita en papel para todo el que lo requiera, sean Asociaciones culturales, Colegios o ciudadanos, pues todos hemos pagado ya por su producción. En Addenda & Corrigenda ponen de manifiesto esta sangrante paradoja, además de dejar al descubierto las oscuras maniobras comerciales de los interesados:
2006-03-07 13:40
A ver si entre todos, y con más gente como ustedes y quien ha escrito esos artículos, logramos que el trabajo de la RAE mejore y los hablantes del castellano tengamos una institución más preocupada, no sólo de los hablantes y de los profesores de español/le, sino de los demás profesionales de la lengua: los correctores, traductores… que velamos por ella y que no recibimos mucho apoyo por su parte. Gracias.