Cuando viajo, o cuando voy a pasar unas semanas en algún lugar lejos de mi biblioteca, siempre pienso que sería ideal poder cargar parte de esa biblioteca en mi portátil. Si la conexión a internet fuese siempre aérea, podría estar colgada. El caso es no dejar de leer. Pero seguimos anclados al papel. Y sí, es más cómodo leer un libro que leer en pantalla, pero hoy leo por igual en los dos formatos. Antulio Sánchez: “Los escritores saben que tener debajo de su puño un papel es asesinarlo, aunque siempre han creído que ese proceso es noble porque en muchos casos desemboca en obras literarias. Sin embargo, desde hace tiempo se menciona que el papel está a punto de desaparecer debido al avance de Internet. Pero, a pesar de que las tecnologías e interfaces electrónicas se multiplican, todavía queda un buen rato para que el fin del papel sea una realidad. No obstante, se han presentado algunos cambios y el más destacado es la muerte de las enciclopedias en papel, como la famosa Británica que actualmente es una sombra de lo que fue y su versión impresa es consumida por nostálgicos.” Regreso al papel.