Los grandes elogios para las cosas pequeñas. “Mascar chicle ha sido considerado tradicionalmente un hábito de mal gusto, sobre todo si la masticación se lleva a cabo con la boca entreabierta, en veladas culturales y casas ajenas, o se habla haciendo ruidos con la goma. La objeción, sin embargo, está a punto de ser abolida por la ciencia. Un equipo de investigadores británicos (...) ha revelado que mascar chicle “puede estimular la memoria y la capacidad de pensar.” Se sospecha que la clave del beneficio podría estar en el movimiento repetitivo de la masticación.” Orlando González Esteva:
Elogio del chicle.