En Una tonta y costosa empresa que termina en desastre Robert Fisk repasa algunos desastres marítimos, beĺicos y no bélicos, centrándose en el acaecido en 1893 en las costas turcas, cuando unos almirantes ingleses quisieron maravillar a los turcos con unas maniobras arriesgadas. El artículo comienza así: “El mar revela los secretos de la locura humana.
Y los periodistas somos estudiosos de la locura humana. Palestina, Irak, el golfo, Persia. Durante más de 100 años, el hecho de que Occidente se haya inmiscuido en Medio Oriente cae en la definición de la palabra inglesa folly que, según el diccionario, significa «una tonta y costosa empresa que termina en desastre». Sospecho que el término contiene también una mezcla poco sana de vanidad y orgullo desmedido.”