Emigrar. ¿No se lo han planteado ustedes? Yo en múltiples ocasiones, aunque nunca lo sufucientemente en serio, pues sigo aquí. Cuando uso la imaginativa, suelo irme a vivir a algún país nórdico, seguramente por la idea de que el frío congela allí las pasiones políticas y civiliza. Joan Barril, Ganas de desertar: “A veces la tribu de la que formamos parte llega a hacernos la vida imposible. A veces fuerza al exilio. No se trata entonces de un cambio voluntario, sino forzado. Y el tiempo, ese gran escultor, va adaptando el acento, el cariño y la emoción del exiliado a su nuevo país. Pero a veces el cambio de nacionalidad viene de un profundo hastío y de la percepción de que nunca conseguiremos salir del gran tiovivo del tópico, de los odios y de las desconfianzas mútuas. Cuando los poderosos de tu propio país llegan a avergonzarte, hay motivos para pensar si vale la pena cambiarlos o abandonarles.”
2006-02-27 21:24
La verdad es que todavía no he llegado a este extremo (soy un optimista recalcitrante), pero este post me ha recordado a mi mujer que en más de una ocasión me ha preguntado “¿Cómo se puede pedir la nacionalidad sueca, o francesa o suiza?” Lo entiendo pero si “nos vamos” habrán ganado todos los que nos empujan a irnos.
2006-02-28 14:20
Bueno, o simplemente habrás ganado tú. Pero lo más probable es que cuando llegues a ese otro país “civilizado”, te suceda lo mismo y hayas de huír a otro, y a otro, y a otro…