Pedro Miguel: “Hace unos años, cuando George W. Bush gobernaba Texas, buscó implantar en los programas educativos de ese estado la idea de que el mundo fue creado en siete días. La parábola bíblica será muy respetable desde la perspectiva de la fe y portentosa en el ámbito de la literatura, pero su inutilidad en una clase de ciencias naturales es tan manifiesta que pronto fue remplazada por los integristas cristianos estadunidenses con el
concepto de diseño inteligente, formulación pretendidamente científica que, en resumen, afirma: los procesos evolutivos pueden haber existido, pero la ciencia no ha logrado explicar algunos de sus aspectos y ello prueba que tales procesos son obra de una inteligencia superior. De hecho, lo único que prueba tal postulado es que fue concebido por una estupidez inferior, ofensiva por igual para el razonamiento teológico que para el científico: es tan absurdo como responsabilizar de un homicidio a un sospechoso determinado sólo porque los peritos no logran precisar el origen de una bala.”
Diseño estúpido.