Soy escéptico en lo que se refiere a las campañas de animación a la lectura —en realidad soy escéptico con casi todas las campañas de animación—, porque creo que los padres que leen ya animan naturalmente a leer a sus hijos, y los que no leen no van a hacerlo para animarles: y se aprende por imitación. En cualquier caso, y por si sirviesen de algo, les dejo aquí el artículo del grupo Addenda & Corrigenda, que tras el extracto que reproduzco ofrece unos cuantos enlaces de interés al respecto: “Es cierto que no es necesario que la animación a la lectura en el propio hogar lo promueva ninguna institución, pero no es gratuito que se haya institucionalizado y se haya sistematizado esa labor que hasta ahora venían haciendo la abuela o la madre: el mundo se ha ido volviendo más rápido y el tiempo que antes se compartía en familia ha menguado notablemente, aparte de que el que nos queda muchas veces lo empleamos en la televisión o en otras cosas que nos dejan muy poca maniobra para perder el tiempo con nuestros hijos.” Nacidos para leer.