“En verdad que Alá es grande. Y Europa su humilde financiera. Y todo se repite, en el tiempo sin tiempo del Misericordioso. Sumisión como muerte. Humillación como desprecio. Algunos damos a eso un nombre: lo siniestro. O el Corán.”. Lo dice Lucrecio en
El Corán o lo siniestro; lo hace respecto de las lapidaciones y se basa en textos del Corán que animan a pegar a la mujer. Si es buen católico, sabrá de la misoginia de la Biblia.