Las empresas biomédicas y farmacéuticas de Europa y EEUU van a Latinoamérica, investigan, recogen especímenes (incluido adn humano) o testimonios de conocimientos tradicionales, y patentan los resultados de sus trabajos: el nuevo conocimiento. Hace falta un gran esfuerzo en esta dirección por parte de los países latinoamericanos, o se quedarán fuera de la nueva economía de la información como en el pasado se quedaron fuera de la economía industrial. Esto traerá más hambre, más miseria y más desgaste de los recursos naturales. Marcel Claude: “Los ideólogos del crecimiento económico insisten en la necesidad de redoblar los esfuerzos para acelerar la expansión de la economía. Uno de los problemas con que se topa esta idea es la disminución de la capacidad productiva de los ecosistemas naturales. La información que proviene de organismos internacionales no deja de ser preocupante: la mitad de los humedales del mundo se destruyeron en el siglo pasado; la actividad forestal y la sustitución por especies exóticas han reducido los bosques mundiales a casi la mitad; cerca del 9% de las especies mundiales de árboles están en riesgo de extinción; la deforestación tropical excede los 130.000 kilómetros cuadrados por año; la flota pesquera es 40% mayor a lo que los océanos pueden sostener; cerca del 75% del stock mundial de peces marinos está siendo sobre explotado o están siendo capturados en sus límites biológicos; la degradación de los suelos ha afectado a dos tercios de los suelos agrícolas mundiales en los últimos 50 años; el 20% de los peces de agua dulce se ha extinguido, y está amenazado o en peligro de extinción.” Naturaleza como capital.