“La solución que ofrece el gobierno de George W. Bush a la contradicción que existe entre el crecimiento imperial y la decadencia interna es la conquista de países ricos en recursos vitales. Los planes de invadir Irak son parte del objetivo de extraer riqueza para financiar el déficit”. El imperialismo clásico utilizó sangre y fuego para dominar las riquezas de los nuevos mundos; el moderno, el último, retoma los métodos de la España del XVI para extender el mercado y el poder.
¿Quién gobierna el mundo?, de James Petras.