Por fin se empieza a hablar con alguna seriedad de encontrar un sustituto para el petróleo. Lo malo es que todo el discurso funciona alrededor de tecnologías que ya existen. Se habla poco de investigar en serio las alternativas. Se ha dejado pasar el tiempo y ahora que hay urgencia se recae en lo ya sabido, no en la producción de nuevos conocimientos. Elvio Baldinelli: “Dadas las nuevas circunstancias, podría ahora convenirle a la Unión Europea impulsar la producción de remolacha azucarera para lograr con ello varios importantes objetivos, como reemplazar la producción de alimentos obtenidos a precios mucho más elevados que los internacionales por un etanol que reemplace gasolina cada vez más onerosa, disminuir la polución con el uso de un nuevo combustible que libere menos dióxido a la atmósfera, y, además, ser menos dependientes del petróleo proveniente de países tan inestables como los de Medio Oriente.” Cómo usar cada vez menos petróleo.