Ignacio Camacho: “A mí dejadme los reglamentos, parece haber dicho Esperanza Aguirre, que para eso es aristócrata como don Álvaro de Figueroa. Pero en tiempos de Romanones no existía el Estado de las Autonomías, que ha reducido los Ministerios a meros gabinetes de estudios, dejando en las comunidades el verdadero poder. Hay quien sostiene que la Ley Antitabaco es fruto del vacío de competencias del Ministerio de Sanidad, que como no tiene que gestionar hospitales ni ambulatorios, se dedica a encontrar alambicadas maneras de justificar su existencia. Ya saben, cuando el diablo no tiene nada que hacer, mata moscas con el rabo. Así que mientras Elena Salgado inventa leyes, Aguirre redacta reglamentos, y rebaja con sentido común el maximalismo prohibicionista que muchos fumadores entienden como persecución gratuita. Tendremos pleito una vez más: el mismo Gobierno que va a ceder a los catalanes poderes de un Estado en miniatura se pone celoso cuando Madrid autoriza a los ciudadanos unas volutas semiclandestinas de libertad individual.”
Volutas de reglamento.