Parece que por fin se produce un ambiente generalizado (o sea en los medios tradicionales) de queja por el mal servicio que prestan las empresas de ADSL. Quizá eso logre el cambio, tecnológico y comercial, que los usuarios vienen pidiendo desde hace años. Esto es de un editorial de El País: “La contratación del llamado ADSL—conexión rápida a Internet por vía telefónica—se ha convertido en España en un foco de abusos, molestias y comportamientos fraudulentos. El uso de la Red, identificado con la modernidad tecnológica, aparece manchado por prácticas comerciales inadmisibles que caen, cuando menos, bajo el ámbito de la picaresca. Las altas fraudulentas, los servicios de atención al cliente totalmente inoperantes o la publicidad engañosa—promesas incumplidas de velocidad, entre otras—ponen a prueba todos los días la paciencia de los usuarios. Más de la mitad de las quejas de los consumidores en el ámbito de las telecomunicaciones vienen motivadas por la conexión a Internet.” Pesadilla ADSL.